Los principales candidatos de los mayores partidos en las elecciones presidenciales de 2024 son mayores.
El presidente Joe Biden tiene 81 años y el expresidente Donald Trump 77; ambos ya han excedido la expectativa de vida masculina en Estados Unidos, 73,5 años. Las encuestas muestran que la edad de los candidatos es una preocupación fundamental para los electores.
Varios lectores de VERIFY nos preguntaron qué sucedería si cualquiera de estos candidatos se retirara de la contienda por razones de salud o incluso morir en medio de la campaña. Abajo te desglosamos los posibles resultados de tales escenarios.
LA PREGUNTA
¿Qué sucede si alguno de los principales candidatos presidenciales fallece o se retira de la carrera electoral?
LAS FUENTES
Elaine Kamarck, miembro principal de estudios de gobierno en Brookings Institution
Reglas oficiales del Partido Republicano
Reglas oficiales del Partido Demócrata
Varias leyes estatales y reglas de partidos
LA RESPUESTA
La respuesta depende de varios factores, incluyendo el tiempo de tal eventualidad dentro del ciclo electoral, leyes estatales, reglas de partidos y la Constitución de los EE.UU.
LO QUE ENCONTRAMOS
Si un candidato presidencial fallece o se retira durante un ciclo electoral, lo que sucede después depende del tiempo. Hemos desglosado esto en cinco etapas: Durante las primarias, en las convenciones, después de las convenciones pero antes del día de las elecciones, después del día de las elecciones pero antes de los votos de los Colegios Electorales, y después de los votos de los Colegios Electorales hasta el día de la inauguración.
Durante las primarias
Si un candidato fallece durante la temporada de primarias, existen dos escenarios a considerar: Las elecciones aún están por llegar y los votos que ya han sido contados.
Primeramente, la mayoría de las fechas tope de introducción ya han pasado, lo que significa que cualquier cambio a las boletas electorales, como el remover a un candidato, podría posiblemente requerir decisión de las legislaturas estatales — o en algunos casos, partidos políticos estatales – para extender la fecha tope o retrasar el voto.
Esto también significa que cualquier candidato nuevo que desee entrar a la carrera podría tener que armar una campaña escrita en los estados que lo permitan.
En algunos estados, los electores podrían también decidir seleccionar “indeciso” en sus boletas. Si suficientes electores hacen esto, algunos de los delegados de ese estado podrían ir a la convención como agentes libres, sin ataduras a votar por ningún candidato en particular.
Como los delegados ya han ganado por el candidato antes de su muerte o retiro de la contienda, su estatus dependerá de las reglas nacionales y estatales del partido. Muchos partidos estatales tienen reglas que señalan que los candidatos que ya no están en la carrera se convierten en agentes libres en la convención. Algunos tienen reglas que reasignan automáticamente los delegados a otros candidatos dependiendo de su desempeño en las primarias estatales. Algunos requieren que los delegados emitan sus votos iniciales para candidatos incluso si ya no están en la contienda.
Ni Trump ni Biden todavía han asegurado una mayoría del total de delegados disponibles para la nominación de su partido, lo que quiere decir que es teóricamente posible que si fallecen, otro candidato podría asegurar la nominación durante las primarias. Pero al completarse más primarias y el número de delegados ganadores crece, se vuelve crecientemente poco probable que otro candidato pueda amasar suficientes delegados. Y si ningún candidato activo tiene una mayoría de delegados asegurados, el nominado tendrá que ser decidido en la convención.
En la convención
En el caso de que el candidato principal haya fallecido o haya retirado su candidatura, los partidos nacionales podrían decidir promulgar reglas en su convención para asegurar que cualquier delegado asociado a ellos a nivel estatal sean libres de votar por alguien más.
Elaine Kamarck, miembro principal de Brookings Institution y autora de un libro sobre el proceso de nominación presidencial, nos explicó que basado en los estatutos actuales, los republicanos tendrían probablemente que aprobar una nueva regla para liberar a los delegados, mientras que los demócratas podrían apoyarse en lenguaje existente que señala que los delegados deberían votar “en conciencia” por el candidato que les fue asignado — dejando lugar posiblemente para que ellos voten por alguien más si ese candidato ya no es una opción.
Incluso si los delegados de un candidato fallecido son liberados, en la primera ronda de votos, los candidatos aún con vida podrían mantener sus delegados.
Pero si ningún candidato ha ganado la mayoría luego del voto inicial, la convención pasa a ser “por subasta” o “concurso,” y todos los delegados se convierten en agentes libres.
En este punto cualquier candidato puede competir por el apoyo de los delegados, aún cuando no se haya postulado en las primarias. Negociaciones, persuasión y tratos tienen lugar en medio de las rondas subsecuentes de votos hasta que una persona obtenga la mayoría de delegados y se convierta en el nominado/a.
“Esto solía pasar todo el tiempo en los viejos tiempos y convenciones anticuadas, pero no ha sucedido mucho últimamente,” aclara Kamarck.
Una convención arbitrada no ha sucedido desde que las primarias se convirtieron en la forma principal de asignar delegados en los años 70.
Después de las convenciones, antes del día de las elecciones
Si Trump o Biden reciben la nominación de de su partido pero fallecen o se retiran antes del día de las elecciones, un reemplazo podría ser seleccionado por los líderes de su partido.
Tanto el partido demócrata como el republicano tienen normas en sus libros estableciendo explícitamente que tal vacante podría ser ocupada a través del voto del comité nacional del partido, compuesto de algunos cientos de líderes de partidos locales y estatales.
“Los comités nacionales son la gobernanza del partido en medio de las convenciones, entonces el presidente nacional del partido podría convocar a su partido en una reunión y entonces tendrían que decidir a quién les gustaría ver como su nominado,” explica Kamarck. “Los miembros nacionales de los comités, son todos elegidos en un proceso en su estado.”
Después del día de las elecciones, antes de los votos de los Colegios Electorales
Si Trump o Biden ganan las elecciones presidenciales en noviembre, existe un período de un mes después durante el cual su muerte podría detonar algo de caos constitucional.
En los Estados Unidos, el presidente es formalmente decidido por los Colegios Electorales, en los que personas reales llamadas electores – elegidas por el partido de su estado — se dirigen a la capital de su estado e introducen los votos oficiales del candidato que ha ganado en ese estado.
Existen 538 votos electorales destinados para cada uno de los 50 estados más el Distrito de Columbia, donde cada estado y DC obtienen dos electores automáticamente y el resto se distribuye proporcionalmente por población. Para ganar la presidencia, un candidato necesita que la mayoría de los electores voten por ellos. En 48 estados y DC, el ganador del voto popular del estado gana todos los electores. En Maine y Nebraska, el ganador del voto popular de todo el estado obtiene dos electores, y el ganador del voto popular en cada uno de los distritos congresionales estatales obtiene un elector.
Pero si la persona que gana en el estado falleciera antes de que estos votos fueran introducidos, se crea una incógnita legal abierta sobre por quién deben votar los electores.
Algunos estados tienen leyes que ordenan que los electores voten por el ganador del estado, o de lo contrario se anularía su voto o enfrentarían consecuencias criminales. Pero sólo algunos estados incluyen excepciones en la ley en caso de la muerte de ese ganador. No obstante, existe algo de precedente histórico que sugiere que los electores están constitucionalmente obligados a votar solo por los candidatos elegibles para cargos públicos.
Este conflicto significa que estados con estas leyes de “elector sin fe” podrían posiblemente convocar una sesión de emergencia en sus legislaturas estatales y enmendar las leyes para clarificar por quién tienen permitido votar sus electores.
“La probabilidad, lo más sencillo sería que los electores voten por el candidato a la vicepresidencia en la boleta ganadora,” apunta Kamarck. “Pero podrías ver que allí se abre campo para algún tipo de irregularidad.”
Después de los votos de los Colegios Electorales, antes del día de la inauguración
Las cosas se vuelven más simples si el presidente electo fallece antes de tomar posesión, pero después de los votos de los Colegios Electorales.
En esta situación, la Vigésima Enmienda a la Constitución es invocada.
El documento establece que si el presidente electo muere antes de ser juramentado, “el vicepresidente electo se convertirá en presidente.”
Posteriormente, el nuevo presidente podría nominar a un nuevo vicepresidente, quien tendría que ser confirmado por el Senado.
Versión original en inglés: We VERIFY what would happen if Trump or Biden dies or drops out