DENVER — La ciudad de Denver está explorando la posibilidad de encontrar formas legales para que los inmigrantes trabajen para la ciudad. Los líderes de Denver aún no han convencido al gobierno federal para que flexibilice las regulaciones laborales para los inmigrantes, y la ciudad podría tomar medidas por sí sola para brindarles a las personas que llegan de la frontera sur una forma de ganar dinero.
El alcalde de Denver, Mike Johnston, se reunió con miembros de la administración Biden la semana pasada en Washington para presionarlos para que aprobaran cambios a una ley de la década de 1980 que limita quién puede trabajar en Estados Unidos. A los inmigrantes no se les permite solicitar autorización federal de trabajo durante los 150 días posteriores a la solicitud de asilo.
Un portavoz de la oficina de Johnston dijo a 9NEWS que están pidiendo al Congreso que cambie los requisitos de autorización de trabajo como parte de un proyecto de ley de seguridad fronteriza. Si eso no se aprueba, le están pidiendo al presidente Joe Biden que tome una acción ejecutiva. Considerando las ramificaciones políticas que podrían tener durante un año electoral, ambas opciones podrían resultar poco probables.
En ese caso, Denver está explorando si la ciudad puede emplear inmigrantes para darles trabajos y una forma de ganar dinero, ya que las leyes laborales federales probablemente no se aplican a los gobiernos estatales y locales. El portavoz del alcalde dijo que esto conlleva un "nivel de riesgo significativo", ya que la teoría legal nunca ha sido probada.
"Dándole un vistazo a esa ley de 1986 deja claro que la ley en realidad no dice nada acerca de aplicarla a los gobiernos estatales o locales", dijo César Cuauhtémoc García Hernández, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Ohio con sede en Denver.
Todo esto es una opción de último recurso, pero es algo que la ciudad ya está explorando. La oficina del alcalde dijo a 9NEWS que son muy conscientes de que si Trump gana las elecciones en noviembre, todo podría cambiar en lo que respecta a la inmigración. Se teme que si la ciudad de Denver contrata inmigrantes para permitirles trabajar, el gobierno federal, especialmente bajo Trump si gana, podría entrar y acusar penalmente a todos los habitantes de la ciudad que emplean inmigrantes.
El portavoz de Johnston dijo que Denver está explorando "todas las opciones". Johnston ha dicho al concejo municipal que la crisis migratoria podría costarle a Denver $180 millones este año.
Por ahora, las intersecciones alrededor de Denver se han convertido en uno de los únicos lugares donde los migrantes de la ciudad pueden ganar dinero.
"Apóyanos con tu corazón", dijo Brian, de 19 años, mientras caminaba de auto en auto, ofreciéndose a limpiar parabrisas cerca de los bulevares Alameda y Federal. "Dios lo bendiga."
Brian es uno de los casi 40,000 inmigrantes que llegaron recientemente a Denver desde la frontera sur. No tienen autorización federal de trabajo y no pueden ser contratados para la mayoría de los trabajos. Lavar ventanas es todo lo que Brian ha descubierto que puede hacer ahora.
Cada auto que se detiene es una oportunidad de ganar lo suficiente para pagar el alquiler y alimentar a su hija de seis meses.
"La gente nos da dinero de corazón", dijo Brian. "Hacemos esto gratis, pero ellos nos dan dinero por la bondad de su corazón".
Las intersecciones de la ciudad ahora están llenas de inmigrantes que no tienen otro lugar donde trabajar. David se encuentra frente a Santa Fe Drive todos los días, ahorrando las monedas que gana para enviárselas a su familia en Venezuela. Hay más personas que lo despiden que las que aceptan su oferta de trabajar durante un par de segundos a cambio de unos cuantos dólares.
"Es difícil. No puedes encontrar ningún trabajo en este momento", dijo David. "Somos gente con buenos sentimientos. Venimos a trabajar".
Cada semáforo en rojo atrae nuevos clientes para un grupo de personas que quieren trabajar pero no se les permite hacerlo.
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