UVALDE, Texas — Los padres de una niña que sobrevivió al tiroteo en la escuela primaria de Uvalde dicen que le robaron su inocencia.
“Ella tiene mucho miedo estando en casa. Cualquier cosa la pone muy nerviosa. Cree que el atacante quiere atraparla”, dijeron.
Mia Cerrillo, de once años, estaba en el salón de clases cuando el tirador abrió fuego el martes. Fue testigo de los asesinatos de sus compañeros y profesores.
Sus padres dicen que tuvo que untarse la sangre de su compañera de clase para fingir que estaba muerta.
"Mataron a una de sus amigas justo al lado de ella. Trató de ayudarla, pero ya no estaba", dijeron sus padres. "Tomó su sangre, se la untó y fingió que estaba muerta para salvar su vida".
Los padres de Mia dijeron que la llevaron a un hospital con fragmentos de bala en la espalda. Y aunque ella sobrevivió, sienten que les han arrebatado a su feliz y alegre hija para siempre.
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