BOULDER, Colo. — Un jurado del condado Boulder declaró culpable de todos los cargos, incluidos 10 cargos de asesinato en primer grado, al tirador que mató a 10 personas en una tienda King Soopers en 2021. Pasará el resto de su vida en prisión.
El juez condenó al tirador a 10 cadenas perpetuas consecutivas y 1,334 años adicionales en prisión, las cuales se deberán cumplir consecutivamente sin la posibilidad de libertad condicional.
Ahmad Alissa enfrentaba 10 cargos de asesinato en primer grado, 38 cargos de intento de asesinato en primer grado, un cargo de agresión en primer grado, seis cargos de delito grave por posesión de un cargador de gran capacidad prohibido, y 38 agravantes de pena por delitos de violencia por el tiroteo que ocurrió en la tienda King Soopers de Boulder, ubicada en 3600 Table Mesa Drive, el 22 de marzo de 2021.
Diez personas murieron ese día: Neven Stanisic, de 23 años; Tralona Bartkowiak, de 49; Denny Stong, de 20; Teri Leiker, de 51; Suzanne Fountain, de 59; Kevin Mahoney, de 61; Lynn Murray, de 62; Jody Waters, de 65; Rikki Olds, de 25, y el agente de policía de Boulder Eric Talley, de 51.
Familiares y amigos de las personas cuyas vidas fueron tomadas ese día hablaron ante el tribunal sobre sus seres queridos e instaron al juez a condenar al tirador a una cadena perpetua.
La juez del vigésimo distrito judicial, Ingrid Bakke, los escuchó a todos, una compleja cacofonía de emociones que duró horas. Algunos expresaron perdón, mientras otros expresaron frustración y confusión sobre por qué sucedió la tragedia en primer lugar. Todos se unieron bajo un dolor compartido.
"La red de dolor, tristeza y soledad es enorme", dijo Ellen Mahoney, la esposa de Kevin Mahoney, ante el tribunal, su voz temblando.
"Mi padre no quería irse. Tenía mucha más vida en él", dijo Erika, la hija de Mahoney. Ella tenía seis meses de embarazo cuando su padre fue asesinado.
"¿Qué tal un lo siento? ¿Dónde está la disculpa? Una pizca de remordimiento habría llegado muy lejos", dijo Erika Mahoney. "Si hubiera manejado hacia el parqueadero y dicho, 'Necesito ayuda', mi padre hubiera sido el primero en ayudarle".
Cuando la madre de Tralona Bartkowiak, Star, recibió la llamada de que su hija estaba muerta, ella dijo que fue como si "mi corazón sangrara dentro de mi cuerpo".
El tío de Rikki Olds, Bobby Olds, dijo las palabras: "No matarás", seguido por el nombre de cada víctima. Dijo al tribunal que la muerte de su sobrina dejó un "vacío insoportable" en su familia.
La hija de Lynn Marie Murray, Olivia, pidió al tribunal que el tirador fuera condenado a cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional.
"El tirador nos ha condenado a cadena perpetua a mí y a todos, privándonos de nuestras familias. ¿Por qué debería recibir algo menos?" preguntó.
Judy, la madre del oficial Eric Talley, estaba hablando con su hijo por teléfono el día que murió. Dijo que una de las últimas cosas que le dijo a su hijo cuando él le contó que estaba siendo despachado fue "ten cuidado". Talley fue la décima y última persona asesinada por el tirador. Fue el primer oficial en llegar a la escena.
¿Qué permanece después de una tragedia? Amor, dijeron.
"La vida después de Terri ha sido devastadora, pero no estamos devastados. El amor es para siempre. Mi corazón está con las otras nueve personas que fueron víctimas de estos asesinatos. Nuestras familias están unidas para siempre", dijo la madre de Terri Lenkey, Margie Whittington. Le dijo al tribunal que su hija casi siempre tenía una sonrisa en su cara.
Laurie Olds dijo que, cuando la gente conocía a su sobrina, Rikki, "te iluminaba. Te dejaba un poco de luz".
La hermana de Nevin Stansic dijo que a su hermano le encantaba arreglar las cosas, y que siempre la sacaba a comer helado, incluso en las altas horas de la noche. Dijo que habían comido helado por última vez la noche antes de su muerte.
"El amor nos sostiene cuando nos sentimos tristes", dijo Ellen Mahoney. "El amor nos toma de la mano y camina con nosotros cuando estamos perdidos y asustados".
Bakke agradeció a las víctimas por mantener vivos a sus seres queridos con sus declaraciones, diciendo que espera recibir esperanza a través de su resiliencia.
"Hay alguien detrás de ese nombre", dijo.
El gobernador de Colorado, Jared Polis, emitió la siguiente declaración inmediatamente después del veredicto:
"Hace tres años, nuestra comunidad sintió el dolor insoportable de perder a diez de nuestros coloradenses en un ataque sin sentido hacia la comunidad de Boulder. Ese día seres queridos, amigos y vecinos fueron arrebatados demasiado pronto por un acto de pura maldad. Hoy se hace justicia. Aunque sé que este veredicto de culpabilidad no sanará el dolor que sentimos muchos de nosotros, ni nos devolverá a quienes murieron, espero que pueda brindar algo de paz. Mis pensamientos están con los familiares y amigos de Eric Talley, Rikki Olds, Teri Leiker, Denny Stong, Suzanne Fountain, Tralona Bartkowiak, Neven Stanisic, Lynn Murray, Jody Waters, y Kevin Mahoney, así como con toda la comunidad entera de Boulder. Seguimos siendo Boulder Strong".
Los abogados de defensa no disputaron que el acusado, a quien se le ha diagnosticado esquizofrenia, fue el tirador. Argumentaron que él no fue culpable por razones de salud mental, alegando que no sabía diferenciar entre el bien y el mal cuando apretó el gatillo.
El caso se estancó durante más de dos años luego de que varios doctores reportaran que el tirador no estaba mentalmente competente para ser juzgado, lo cual significa que no podía entender el procedimiento ni ayudar en su propia defensa.
Después de recibir tratamiento y medicación, el juez falló en el otoño del 2023 que la capacidad del hombre había sido restaurada.